Empaques biodegradables: ¿qué materiales se utilizan y cómo funcionan?

Empaques biodegradables: ¿qué materiales se utilizan y cómo funcionan?

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Los empaques biodegradables son una solución innovadora y sostenible para reducir la contaminación. Fabricados con materiales orgánicos de fuentes renovables, se descomponen naturalmente sin dejar residuos tóxicos, promoviendo un entorno más limpio y seguro.


Los empaques biodegradables representan una solución a los desafíos ambientales actuales, siendo elaborados con materiales orgánicos provenientes de fuentes renovables como biopolímeros. Estos empaques, al convertirse en desechos, se descomponen rápidamente mediante procesos naturales, convirtiéndose en biomasa y nutrientes sin intervención humana.

La incorporación de biopolímeros derivados de plantas como el maíz y el arroz subraya su accesibilidad y bajo costo, mientras que su descomposición natural sin liberar sustancias nocivas contribuye significativamente a la reducción de la huella de carbono.

¿Qué son los empaques biodegradables?

Los empaques biodegradables son aquellos fabricados con materias primas orgánicas provenientes de fuentes renovables, como biopolímeros, que son moléculas encontradas en organismos vivos como la celulosa y las proteínas. Estos materiales, al convertirse en residuos, se degradan rápidamente al entrar en contacto con el medio ambiente, transformándose en biomasa y nutrientes sin necesidad de intervención humana.

Los biopolímeros pueden extraerse directamente de plantas como papas, maíz y arroz. El almidón, por ejemplo, es un biopolímero común con una producción anual de 31 mil millones de kg, lo que lo hace accesible y de bajo costo. Otro biopolímero utilizado es la quitina, que se encuentra en la piel de los insectos, las paredes celulares de los hongos y las conchas de los mariscos.

Estos empaques se degradan naturalmente sin liberar elementos dañinos, contribuyendo a la reducción de la huella de carbono. Los empaques compostables, una categoría específica de biodegradables, pueden convertirse en compost útil para plantas y suelos.

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Características de los empaques biodegradables

Los empaques biodegradables no solo ofrecen una solución efectiva para reducir el impacto ambiental, sino que también proporcionan una alternativa viable y sostenible para diversas industrias, especialmente la alimentaria. Le contamos cuáles son las características de los empaques biodegradables:

  • Descomposición natural por microorganismos: están diseñados para desintegrarse naturalmente mediante la acción de microorganismos como bacterias y hongos. Este proceso convierte los materiales en compuestos no tóxicos como agua, dióxido de carbono y biomasa, reduciendo significativamente el impacto ambiental. A diferencia de los plásticos convencionales, estos empaques no dejan residuos dañinos como microplásticos.

  • Materiales renovables y compostables: se fabrican a partir de materiales renovables, como papel, almidón de maíz, algas marinas, bagazo de caña de azúcar y micelio. Estos materiales no solo se descomponen más rápidamente, sino que también pueden ser compostados en casa. Por ejemplo, los envases de bagazo y las bolsas de papel kraft pueden ser compostados sin necesidad de tratamientos químicos adicionales, produciendo un compost rico en nutrientes para el suelo.

  • Certificación y cumplimiento de normativas: para garantizar su biodegradabilidad y compostabilidad, muchos empaques cuentan con certificaciones como la del Forest Stewardship Council® (FSC®) para productos de papel, y la UNE EN-13432 para empaques compostables. Estas certificaciones aseguran que los productos se descomponen completamente en un período de tiempo definido y bajo condiciones específicas, proporcionando una opción segura y regulada para los consumidores y la industria.

  • Reducción del uso de recursos fósiles: los materiales utilizados en los empaques biodegradables, como el ácido poliláctico (PLA) y el bagazo, no requieren petróleo para su producción. Esto reduce la dependencia de recursos fósiles no renovables y disminuye la huella de carbono asociada con la fabricación de empaques. Por ejemplo, el PLA, derivado del almidón de maíz, ofrece una alternativa similar al plástico convencional sin los impactos negativos asociados con el petróleo.

  • Eficiencia en el ciclo de vida: a lo largo de su ciclo de vida, los empaques biodegradables presentan menores emisiones de gases de efecto invernadero (GHG) en comparación con los plásticos derivados del petróleo. Las plantas utilizadas para fabricar estos materiales absorben CO2 durante su crecimiento, lo que contribuye a un balance de carbono más favorable y promueve una economía circular.

  • Durabilidad y resistencia: aunque están diseñados para biodegradarse, los empaques biodegradables son lo suficientemente duraderos para proteger los productos durante el transporte y almacenamiento. Por ejemplo, los envases de bagazo son resistentes al agua y al aceite sin necesidad de recubrimientos químicos, y pueden soportar temperaturas de hasta 90 °C, siendo ideales para alimentos calientes como café y té.

  • Aplicaciones diversas: los empaques biodegradables vienen en una variedad de formatos y aplicaciones, desde cajas de cartón corrugado y bolsas de papel kraft, hasta envases de alimentos de bagazo y películas comestibles de algas. Estos empaques son adecuados para una amplia gama de productos, incluyendo alimentos frescos, bebidas, y productos perecederos, garantizando una protección adecuada mientras se minimiza el impacto ambiental.

  • Impacto positivo en la economía y la sostenibilidad: el uso de empaques biodegradables ayuda a reducir la cantidad de residuos sólidos en vertederos y océanos. Por ejemplo, un informe de OCEANA reporta que Amazon generó aproximadamente 709 millones de libras de residuos plásticos de empaques en 2021, un aumento del 18% comparado con 2020. La adopción de empaques biodegradables puede mitigar estos impactos y promover prácticas más sostenibles.

  • Beneficios para la industria alimentaria: los empaques biodegradables son especialmente beneficiosos para la industria alimentaria, donde la gestión de residuos y la higiene son cruciales. Al ser compostables, estos empaques pueden ser desechados junto con los residuos orgánicos, facilitando su procesamiento y reduciendo la necesidad de limpiar y reciclar empaques contaminados con restos de alimentos.


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¿Qué son los materiales biodegradables para embalajes?

Los materiales biodegradables para embalajes son aquellos que pueden descomponerse de manera natural y segura mediante la acción de microorganismos, transformándose en componentes básicos como agua, dióxido de carbono y nutrientes que regresan al suelo. Esta capacidad de descomposición rápida y no tóxica reduce significativamente el impacto ambiental de los residuos de embalaje, una preocupación creciente en un mundo donde la producción de plásticos ha llevado a graves problemas ecológicos.

Los materiales biodegradables se destacan por varias razones importantes:

  1. Reducción de residuos: la mayoría de los materiales biodegradables se descomponen completamente en varios meses, a diferencia de los plásticos convencionales que pueden tardar hasta 1000 años en desintegrarse.

  2. Sostenibilidad: muchos materiales biodegradables provienen de recursos renovables como plantas (almidón de maíz, caña de azúcar) y subproductos agrícolas (bagazo).

  3. No tóxicos: a diferencia de los plásticos tradicionales que pueden liberar sustancias tóxicas durante su descomposición, los materiales biodegradables no contaminan el medio ambiente.

Tipos de materiales biodegradables para empaques

  • Ácido poliláctico (PLA): derivado de recursos renovables como el maíz y la caña de azúcar, el PLA es un bioplástico versátil utilizado en contenedores de alimentos y dispositivos médicos biodegradables. Es compostable en instalaciones industriales, contribuyendo a un modelo de economía circular.

  • Bioplásticos a base de almidón: fabricados a partir de polímeros naturales presentes en el maíz, las papas y la tapioca, estos bioplásticos son adecuados tanto para embalajes rígidos como flexibles.

  • Películas a base de celulosa: hechas de fibras vegetales, estas películas son biodegradables y compostables, ideales para productos perecederos.

  • Quitosano: biopolímero obtenido de los caparazones de crustáceos, con propiedades antimicrobianas que prolongan la frescura de los alimentos.

  • Embalajes de micelio de hongos: utilizan la estructura de raíces de los hongos para crear formas de embalaje personalizadas, con propiedades de absorción de impactos comparables a las espumas sintéticas.

  • Embalajes de algas marinas: materiales novedosos que son comestibles y solubles en agua caliente, reemplazando envolturas plásticas en muchas aplicaciones.

  • Termoformado de pulpa: utiliza residuos de papel y cartón reciclados para crear embalajes resistentes y compostables.

  • Hojas de palma: se moldean en productos duraderos como platos y cuencos, representando una forma de upcycling.

  • Bagazo: el residuo fibroso después de extraer el jugo de la caña de azúcar, utilizado para contenedores de alimentos biodegradables.

  • Aislantes de lana: usados para mantener productos sensibles a la temperatura durante el transporte, son completamente biodegradables.


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Tipos de empaques biodegradables

El empaque biodegradable se ha convertido en una solución esencial para mitigar el impacto ambiental de los residuos plásticos. Sin embargo, actualmente existen diferentes tipos, entre ellos:

  1. Cartón:

  • Cartón para cajas: flexible y fácil de empaquetar, ideal para cosméticos y alimentos como cereales. Puede ser embosado para diseños atractivos.
  • Cartón corrugado: ligero y duradero, utilizado para empaques voluminosos y cajas de zapatos debido a su efecto amortiguador.
  1. Papel: utilizado para proteger artículos delicados y en etiquetas. Es fácil de reciclar y puede sustituir los cojines de aire de polietileno. Es uno de los materiales más antiguos de empaque compostable y se degrada rápidamente.

  2. Almidón de maíz: hecho de biomasa comestible, no contiene toxinas y es completamente biodegradable. Utilizado para empaques de alimentos y otros productos, puede transformarse en fibras o películas.

  3. Cacahuetes de embalaje biodegradables: hechos de almidón y trigo, se descomponen fácilmente y pueden ser compostados o disueltos en agua. Son una alternativa ecológica a los cacahuetes de embalaje de poliestireno.

  4. Plástico soluble en agua: hecho de alcohol polivinílico, se disuelve en agua caliente y se emplea para bolsas de ropa ecológicas.

  5. Tela orgánica: incluye algodón, cáñamo, tapioca y hojas de palma. Estos materiales se compostan sin dejar toxinas y se descomponen en aproximadamente 100 días.

  6. Bambú: crece rápidamente sin necesidad de pesticidas, es duradero y se compostable en dos a seis meses. Es una alternativa renovable a los productos de madera.

  7. Papel de seda libre de ácido: biodegradable y reciclable, ofrece protección sin manchar los productos y es ideal para envolver artículos.

  8. Papel kraft: hecho de pulpa de madera virgen, es resistente y duradero. Se descompone en fibras de celulosa en varias semanas y se utiliza en diversas opciones de empaque.

  9. Bioplásticos: hechos de plantas como la caña de azúcar, maíz y yuca. Son biodegradables y se descomponen en seis meses en compost doméstico y 90 días en compost industrial. Utilizados comúnmente en empaques de alimentos.

  10. Empaque de hongos: fabricado con desechos agrícolas y raíces de hongos (micelio). Es biodegradable y emplea materiales que no compiten con los alimentos humanos o animales.

  11. Empaque de algas marinas: hecho de agar, una sustancia gelatinosa encontrada en algas. Es abundante, sostenible y biodegradable.

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¿Cuáles son los beneficios de los empaques biodegradables?

En primer lugar, este tipo de envases, especialmente aquellos hechos de bioplásticos PLA, generan significativamente menos emisiones de carbono durante su producción en comparación con los plásticos tradicionales. Mientras que los plásticos convencionales liberan cuatro toneladas de emisiones, los plásticos biodegradables solo emiten 0.8 toneladas, logrando una reducción del 500%.

Además, los plásticos biodegradables se descomponen con el tiempo, disminuyendo la cantidad total de residuos que terminan en los vertederos. Por ejemplo, en el Reino Unido se generan más de 30 millones de toneladas de residuos domésticos al año, de los cuales aproximadamente el 35% son desechos de jardín y cocina. La adopción de plásticos biodegradables podría reducir significativamente estos desechos, preservando espacio en los vertederos y protegiendo el medio ambiente.

Por otro lado, los bioplásticos son más maleables y menos frágiles, lo que facilita su formación en nuevas formas y texturas. Pueden reciclarse y reutilizarse varias veces sin liberar productos químicos tóxicos. Esto es crucial para evitar la contaminación y fomentar un ciclo de vida más sostenible para los productos.

Asimismo, los productos biodegradables se descomponen de manera natural sin necesidad de reacciones químicas forzadas, lo que reduce la contaminación. Además, se descomponen más rápido que los plásticos tradicionales y no liberan elementos tóxicos, contribuyendo a un entorno más limpio.

Es importante señalar que, a diferencia de los plásticos convencionales que pueden emitir sustancias nocivas durante su descomposición, los empaques biodegradables están hechos de materiales naturales y no liberan toxinas. Esto los hace más seguros para los usuarios y para el medio ambiente.

Otro aspecto relevante es que la producción de plásticos biodegradables requiere menos energía y no implica la quema de combustibles fósiles. Mientras que la fabricación de plásticos tradicionales utiliza cerca del 2.7% del petróleo de un país, los plásticos biodegradables utilizan materiales naturales como caña de azúcar, maíz y cáscaras de naranja, lo que reduce la dependencia de los recursos petroleros.

Utilizar productos biodegradables puede mejorar la reputación de una marca, destacando su compromiso con la sostenibilidad. Grandes corporaciones como Coca-Cola ya están utilizando productos de bioplástico debido a su reputación sostenible. Este enfoque puede atraer a consumidores conscientes del medio ambiente y fortalecer la lealtad del cliente.

Adicionalmente, los empaques biodegradables para alimentos pueden reutilizarse como compost, enriqueciendo el suelo y ayudando a aumentar la producción agrícola. Esto crea un ciclo beneficioso donde los desechos de empaques contribuyen a la sostenibilidad agrícola.

Finalmente, los empaques biodegradables son versátiles y pueden usarse en diversas industrias, desde alimentos hasta cosméticos y dispositivos electrónicos. Además, el uso de empaques de buena calidad puede reducir la cantidad necesaria, disminuyendo los costos de transporte y logística.


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¿Son los envases biodegradables buenos para la industria alimentaria?

Los envases biodegradables ofrecen múltiples ventajas para la industria alimentaria, abarcando aspectos ambientales, económicos y de salud pública. Respecto a factores ambientales, estos empaques reducen significativamente la cantidad de residuos plásticos, ya que se descomponen de manera natural. En Estados Unidos, solo el 4% de los plásticos se reciclan, mientras que el 73% termina en vertederos. Los envases biodegradables pueden mitigar este problema al descomponerse sin dejar residuos perjudiciales.

En segundo lugar, la producción de envases biodegradables genera menos emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con los plásticos tradicionales. Además, estos envases, derivados de fuentes vegetales como el PLA (ácido poliláctico) y la celulosa, requieren menos energía para su producción y se descomponen en compuestos inofensivos que contribuyen a un ciclo de carbono neutral. Esto es crucial para reducir el impacto del cambio climático y promover la biodiversidad. Finalmente, al reducir la contaminación por plásticos, los envases biodegradables protegen la vida marina y mejoran la biodiversidad terrestre. La adopción de estos envases puede evitar que los desechos plásticos dañen los ecosistemas marinos, donde la fauna a menudo confunde los plásticos con alimentos.

Desde una perspectiva económica, los envases biodegradables ofrecen eficiencia de costos a largo plazo. Aunque inicialmente pueden ser más costosos, su adopción a gran escala puede resultar en ahorros significativos. Estos envases también pueden reducir los costos de transporte debido a su menor peso y volumen.

Además, la economía de escala y el diseño inteligente pueden optimizar los costos de producción. La utilización de materiales sostenibles fomenta la innovación en el diseño y los procesos de producción de envases. Por ejemplo, los envases biodegradables con recubrimientos de plata pueden prolongar la frescura y la textura de los alimentos, ofreciendo soluciones avanzadas para la conservación de alimentos.

Los consumidores están cada vez más dispuestos a pagar un precio premium por productos con envases ecológicos. Según estadísticas, más del 54% de las personas menores de 44 años buscan activamente envases sostenibles al comprar productos. La adopción de envases biodegradables puede mejorar la lealtad del cliente y la reputación de la empresa.

Los envases biodegradables también ofrecen beneficios para la salud pública. Estos envases reducen el riesgo de contaminación química en los alimentos, ya que no contienen aditivos tóxicos que pueden migrar a los alimentos a altas temperaturas. Esto es especialmente relevante para los envases de plástico tradicionales que pueden liberar sustancias químicas dañinas cuando se usan con alimentos calientes. Algunos materiales biodegradables, como el bagazo de caña de azúcar, no solo son seguros para el medio ambiente, sino que también ayudan a mantener la calidad de los alimentos al proporcionar barreras efectivas contra la humedad y los gases. Al adoptar soluciones sostenibles, las empresas fomentan un consumo más consciente y saludable entre los consumidores. Esto no solo mejora la salud pública, sino que también contribuye a la sostenibilidad ambiental a largo plazo.

A pesar de sus numerosos beneficios, la adopción de envases biodegradables enfrenta ciertos desafíos, como el costo inicial más alto y la necesidad de infraestructuras adecuadas para la recolección y el compostaje. Sin embargo, con la continua investigación y desarrollo, así como con el aumento de la conciencia y la demanda del consumidor, estos desafíos pueden ser superados.

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Entérese de: Envases biodegradables, la propuesta de investigadores contra el plástico en alimentos


Proceso de fabricación de empaques biodegradables

La fabricación de empaques biodegradables es una respuesta crucial a la crisis ambiental provocada por la contaminación plástica. Este proceso implica varias etapas esenciales que aseguran que los productos finales sean eficientes, seguros y respetuosos con el medio ambiente.

  1. Manejo de materias primas: el proceso comienza con la recepción y almacenamiento de materias primas biodegradables como el almidón de maíz, fibras de caña de azúcar, algas marinas y micelio. Estas materias primas, seleccionadas por su capacidad para descomponerse de manera natural, se almacenan utilizando sistemas de transporte neumático para evitar la contaminación y asegurar un manejo eficiente.
  2. Mezcla y combinación: las materias primas se mezclan utilizando tecnología avanzada de mezclado. Este paso es crucial para asegurar que los ingredientes estén distribuidos uniformemente, lo que garantiza que las propiedades deseadas se mantengan en el producto final. La uniformidad en la mezcla afecta directamente la calidad y la biodegradabilidad del empaque.
  3. Extrusión y moldeo: la mezcla uniforme de materias primas se somete a un proceso de extrusión, donde se forma y enfría para crear pellets. Estos pellets son luego moldeados en diversas formas según los requisitos del producto final, tales como empaques para alimentos, utensilios desechables y otros productos biodegradables. La extrusión y el moldeo son procesos críticos que determinan la resistencia y funcionalidad del empaque.
  4. Empaque y almacenamiento: una vez moldeados, los productos finales se almacenan en silos antes de ser empacados. Utilizando máquinas automáticas o semiautomáticas, los productos se empaquetan en bolsas pequeñas o grandes para su distribución. Este paso asegura que los productos estén listos para el mercado y mantengan su integridad hasta su uso final.
  5. Control de calidad: para asegurar que los empaques biodegradables cumplan con los estándares de calidad, se realizan pruebas rigurosas de biodegradabilidad y desempeño. Las pruebas de biodegradabilidad garantizan que los productos se descompondrán completamente en condiciones naturales dentro de un periodo específico, mientras que las pruebas de desempeño evalúan las propiedades mecánicas, resistencia al agua y al calor del empaque.

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